¡Hola personitas! ¿Cómo estáis? Espero que llevéis una buena semana.
Hoy os voy a contar mi experiencia con la porcelana fría. Llevaba mucho tiempo queriendo probarla, y la verdad es que ha sido divertido usarla.
Vamos al lío. Que es bastante fácil de hacer.
Empiezo diciendo que he encontrado por la web varias recetas diferentes de la porcelana fría, o pasta de maíz. La que yo he llevado a cabo es la de
lasmanualidades.com, enlace de la receta
aquí. La próxima vez que la haga, probablemente probaré otra receta, así que os contaré también la experiencia. Vamos con ello:
-
Una medida de almidón de maíz (maizena). Yo utilicé un vaso pequeño.
-
Una cucharada de aceite (Sirve para darle elasticidad a la mezcla. En otras recetas he visto utilizar vaselina líquida, y aceite Johnson).
-
Una medida de cola vinílica (el mismo vaso. Tiene que haber la misma medida de cola vinílica que de maizena).
-
Una cucharada de zumo de limón. Este ingrediente me tenía un tanto desconcertada al principio. Decía... ¿Para qué? ¿Qué función tiene? Después de investigar un poco, parece ser que tiene la finalidad de quitarle un poco el olor a la cola vinílica. He visto otras recetas en las que incluso en vez de limón usan colonia para darle un olor más agradable a la masa.
1. Vertemos el vaso de maizena en un bol o similar (yo estoy utilizando un tupper).
2. Añadimos una cucharada de aceite ( o vaselina líquida/ aceite Johnson).
3. Agregamos la cola vinílica.
4. Y la cucharada de limón.
5. Mezclamos todos los ingredientes hasta lograr una pasta homogénea. En otras recetas, añaden todos los ingredientes en un cazo que luego pondrán al fuego lento. En esta receta, se utiliza el microondas.
6. Metemos nuestra mezcla un minuto en el microondas. La sacamos y amasamos bien. Podéis echaros un poquito de crema de manos para evitar que se os pegue excesivamente. Al terminar de amasar, tendréis algo como la primera imagen.
7. Lo metemos otro minuto y volvemos a amasar. En la receta original eran necesarios 3 minutos en el microondas, pero yo solo lo metí dos, porque mi masa ya estaba bastante compacta tras el segundo minuto (imagen dos). ¡Cuidado con las manos! En este punto la masa quema un poquillo...
Lo que queremos conseguir, es una pasta moldeable, ni excesivamente dura, ni excesivamente líquida, de forma que se pueda moldear perfectamente con las manos. Si os pasasteis con el tiempo de microondas, podéis mezclarla con un poco de crema de manos para que recupere un poco de elasticidad. Y si al contrario, la notáis aún cruda, podéis meterla un poquito mas en el micro.
La porcelana fría tiene la característica de que seca al aire, sin necesidad de horneado. Por lo tanto, la conservación sin contacto con el aire es esencial para evitar que se nos seque, y podamos utilizarla.
Para ello, la envolveremos en papel film, en varias capas, o una sola capa después metida en una bolsa de plástico.
Yo he hecho toda la pasta de un solo color, pero podéis dividirla en porciones, y mezclar cada una con pintura. He leido que van bien la pintura acrílica, las temperas o gouaches, y los colorantes alimentarios... ¡Solo hay que probar! Y por supuesto, podéis dejarla blanca y después pintarla a vuestro gusto una vez seca. Las posibilidades son infinitas.
Espero que encontréis esta entrada útil, y os animéis a probarla. Podéis ver algunas de mis primeras creaciones en porcelana fría en el cartelito en el que os anunciaba la receta. Creo que se pueden crear cosas muy guays para añadir en nuestros proyectos de mixed media o scrapbooking.
¡Un abracito gordote a todas, y pasad un día fantástico!